INTERPRETACIONES: EL MICRO TRAS EL MACRO

Según desde donde mire, lo que encontraré.
La objetividad siempre ha sido subjetiva. Digan lo que digan los de la vieja escuela, los totalitarios o quien sea.
Pero está la necesidad intrínseca de querer calzar en la razón lo que el corazón no entiende. En esa búsqueda, encontramos respuestas. Esas que calzan a la perfección para permitirnos seguir avanzando.
¿Cuántas de esas explicaciones tienen que ver más con nosotros que con lo que realmente es?
Nada más ruidoso que el silencio propio. La búsqueda de estrategias conciliadoras a infinitas incertidumbres. Pero en el silencio están las respuestas. Las que son honestas a la propia verdad. La subjetiva a lo externo y objetiva a mi realidad.
Porque al interpretar lo macro tras mi prisma micro, y darle una respuesta, ésta siempre tendrá la subjetividad de haber sido colado por mi interpretación y no por lo que intrínsicamente es la realidad.
¿Hasta dónde dejarse deslumbrar por lo que hay más allá? ¿Hasta dónde interpretar?
Probablemente con más inocencia hay más capacidad de asombro y menos capacidad de juzgar. Y bajo ese prisma, una posibilidad más cierta de vivir en paz con lo que verdaderamente hay.