QUE DUERMAS EN MI INSOMNIO
Me desvelé. Me desvelé y me dispuse entonces a leerte de insomnio. Suele pasar en esto que imagino y evoco, tanto, que me parece que estuviste ahí.
Te propuse un juego y mientras te lo decía me arrepentí de cómo había sonado: “Te propongo un juego”, porque no quería que lo malinterpretaras. Entonces te dije para salir de la incomodidad: “uhm, que raro sonó eso” y luego reí inocentemente, como quien no cae en cuenta de lo que dice.
Pero como yo te leía, supe que te desconcertabas un poco; de cierta manera esperabas que te propusiera un juego con más seducción y así ser tú quien optara a tener el control y ser yo quien hiciera que no sabía que te guiaba, sutilmente, a mi territorio.
Todo ese lapso pasó rápido entonces no lograste decir nada porque rápidamente comencé a explicarte la dinámica a interpretar…
Cierra los ojos. Dejarás de ver y por consecuencia, de pensar –que aunque me gusta mucho tu forma, es lo que más me desconcierta-… Te vendaré los ojos para asegurarme.
Ahora verás a través de mis interpretaciones, porque has caído en la ceguera más vulnerable, la que te permite verte por mis ojos –mi razón, quizás la que más te desconcierta-.
Entre que te vendo y dejo que te sientes cómodamente, jugaré mi rol con inocente risa, donde dejaré en claro que no hay ninguna otra intención; y tú, te dejarás llevar porque no tienes certeza alguna. Es más, te avergüenzas de solo dudar de mis buenas intenciones: si efectivamente es un juego de buena voluntad.
Dejo unos segundos de silencio para entrar en solemnidad.
Te miro y te veo tan vulnerable… Es exactamente así como te quiero ver, pero ojala tu postura fuera aún así cuando vuelvas a ver, pienso.
Cuando ya está todo dispuesto, con voz serena y segura, comienzo a describirte… y así, poco a poco, te vas encantando, entregando y enamorando de ti.
En mi insomnio, se lo que piensas… pero dejaste de pensar. No sabes si dejarte llevar por el amor que se despertó de ti hacia ti o intentar mantener la compostura.
Es tan exquisito verte como te estás viendo. El ego está sentándote tan bien que no quieres renunciar a ello.
Para cuando termine de describirte a través de mis ojos, ya te has enamorado y tu sonrisa está un poco asustada ¿de quién te has enamorado?
¿te gustó como te siento / veo?
¿te hizo tanto sentido que te sientes al desnudo?
¿dudas si quise seducirte o solo abrirte una puerta?
Despierto de mi desvelo y busco lápiz y papel… un sueño que no duerme debe quedar impreso por si una noche de estas que me concedas a tu lado, lo puedo hacer volver…
¿te arriesgas a dormir en mi insomnio?
Te propuse un juego y mientras te lo decía me arrepentí de cómo había sonado: “Te propongo un juego”, porque no quería que lo malinterpretaras. Entonces te dije para salir de la incomodidad: “uhm, que raro sonó eso” y luego reí inocentemente, como quien no cae en cuenta de lo que dice.
Pero como yo te leía, supe que te desconcertabas un poco; de cierta manera esperabas que te propusiera un juego con más seducción y así ser tú quien optara a tener el control y ser yo quien hiciera que no sabía que te guiaba, sutilmente, a mi territorio.
Todo ese lapso pasó rápido entonces no lograste decir nada porque rápidamente comencé a explicarte la dinámica a interpretar…
Cierra los ojos. Dejarás de ver y por consecuencia, de pensar –que aunque me gusta mucho tu forma, es lo que más me desconcierta-… Te vendaré los ojos para asegurarme.
Ahora verás a través de mis interpretaciones, porque has caído en la ceguera más vulnerable, la que te permite verte por mis ojos –mi razón, quizás la que más te desconcierta-.
Entre que te vendo y dejo que te sientes cómodamente, jugaré mi rol con inocente risa, donde dejaré en claro que no hay ninguna otra intención; y tú, te dejarás llevar porque no tienes certeza alguna. Es más, te avergüenzas de solo dudar de mis buenas intenciones: si efectivamente es un juego de buena voluntad.
Dejo unos segundos de silencio para entrar en solemnidad.
Te miro y te veo tan vulnerable… Es exactamente así como te quiero ver, pero ojala tu postura fuera aún así cuando vuelvas a ver, pienso.
Cuando ya está todo dispuesto, con voz serena y segura, comienzo a describirte… y así, poco a poco, te vas encantando, entregando y enamorando de ti.
En mi insomnio, se lo que piensas… pero dejaste de pensar. No sabes si dejarte llevar por el amor que se despertó de ti hacia ti o intentar mantener la compostura.
Es tan exquisito verte como te estás viendo. El ego está sentándote tan bien que no quieres renunciar a ello.
Para cuando termine de describirte a través de mis ojos, ya te has enamorado y tu sonrisa está un poco asustada ¿de quién te has enamorado?
¿te gustó como te siento / veo?
¿te hizo tanto sentido que te sientes al desnudo?
¿dudas si quise seducirte o solo abrirte una puerta?
Despierto de mi desvelo y busco lápiz y papel… un sueño que no duerme debe quedar impreso por si una noche de estas que me concedas a tu lado, lo puedo hacer volver…
¿te arriesgas a dormir en mi insomnio?
4 Comments:
me trajo a ti un amigo común; el hombre elefante y asistí al requiem de tu insomnio.
Me voy con oxigeno renovado
Hace cuanto no te leía!!!!!!!! y en mi insomnio encontré al tuyo...
besotes
P.sanz
arf!?
isa
Wena Amaya!!! mandame tu mail a mi blog, no lo publico pero tengo tu contacto.
Te tinca?
Miles de saludos galla, que bueno poder encontrarte, cada cierto tiempo me acuerdo de ti, en especial si escho Buddy Holy.-
Publicar un comentario
<< Home